jueves, 27 de marzo de 2014

Las diferencias también cuentan



Todos hemos descubierto la vida poco a poco, pero en el mundo de los magos tienen muchas mas cosas que aprender. El profesor Lupin le explica, en una ocasión, lo que son los dementotes: “Los dementotes están entre las criaturas mas nauseabundas del mundo. Infestan los lugares mas oscuros y mas sucios. Disfrutan con la desesperación y la destrucción ajenas, se llevan la paz, la esperanza y la alegría de cuanto les rodea. Incluso los muggles perciben su presencia, aunque no pueden verlos. Si alguien se acerca mucho a un dementor, éste le quitará hasta el último sentimiento positivo y hasta el último recuerdo dichoso. Si puede, el dementor se alimentará de él hasta convertirlo en su semejante: en un ser desalmado y maligno. Le dejará sin otra cosa que las peores experiencias de su vida. Y el peor de tus recuerdos, Harry, es tan horrible que derribaría a cualquiera de su escoba. No tienes de que avergonzarte” (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p.160).
Si para todos ir al colegio es una oportunidad para salir de casa, pisar la calle, conocer amigos e incluso aprender muchas cosas, para un mago como Harry Potter es una vida nueva. Porque la vida en casa de sus tíos no podemos decir que fuera muy digna, mas bien todo lo contrario. Y comparando con la vida de sus amigos le hace sentirse diferente.
Harry Potter es un muchacho diferente y él lo sabe, pero al mismo tiempo no le gusta figurar, no quiere ser distinto. “Aunque era un muchacho diferente en muchos aspectos, en aquel momento Harry Potter se sintió como cualquier otro: contento, por primera vez en su vida, de que fuera su cumpleaños” (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p.18). Hasta entonces nadie se había acordado de él, por eso se sentía diferente.
Para un niño de trece años el no poder celebrar su cumpleaños es por lo menos traumático, para sentirse descartado. Pero Harry Potter se lo toma con calma y consigue que no le afecte. “Harry aún era un muchacho diferente en otro aspecto: en el escaso entusiasmo con que aguardaba sus cumpleaños. Nunca había recibido una tarjeta de felicitación. Los Dursley habían pasado por alto sus dos últimos cumpleaños y no tenía ningún motivo para suponer que fueran a acordarse del siguiente” (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p. 10).
También era diferente en otros aspectos: que las vacaciones de verano la gustaban menos que cualquier otra época del año, porque que culpa tenía él si a los demás les gustaban las vacaciones de verano para dejarse querer y no pegar ni golpe. En cambio las circunstancias le hacían diferente muy a pesar suyo, por eso “Harry Potter era, en muchos sentidos, un muchacho diferente. Por un lado, las vacaciones de verano le gustaban menos que cualquier otra época del año; y por otro, deseaba de verdad hacer los deberes, pero tenía que hacerlos a escondidas, muy entrada la noche. Y además, Harry Potter era un mago” (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p.7)

Deportividad en la lucha



Al finalizar el primer curso en Hogwarts, Harry había conseguido ganar su primer campeonato de quidditch y con ello la máxima popularidad, porque “Harry Potter era un mago..., un mago que acababa de terminar el primer curso en el Colegio Hogwarts de Magia” (Harry Potter y la cámara secreta, p. 10). No obstante para ser el primero no fue un curso fácil porque entre otras cosas…
“Al final del último trimestre, Harry se había enfrentado cara a cara nada menos que con el mismísimo lord Voldemort. Aun cuando no fuera más que una sombra de lo que había sido en otro tiempo, Voldemort seguía resultando terrorífico, era astuto y estaba decidido a recuperar el poder perdido. Por segunda vez, Harry había logrado escapar de las garras de Voldemort, pero por los pelos, y aun ahora, semanas mas tarde, continuaba despertándose en mitad de la noche, empapado en un sudor frío, preguntándose donde estaría Voldemort, recordando su rostro lívido, sus ojos muy abiertos, furiosos… (Harry Potter y la cámara secreta, p. 15)
Precisamente en las dificultades aprendemos a ser fuertes. Y lo primero que aprendemos es la necesidad de luchar, de esforzarnos por cumplir las obligaciones de cada día. Pues solo el esfuerzo diario nos proporciona la forma suficiente para resistir las grandes luchas de la vida. Quien no se esfuerza en el día a día nunca vencerá en la batalla.
Es humano venirse abajo ante las dificultades, pero también es bueno dejarse ayudar. Harry tardaría algún tiempo en descubrir el mundo de los magos, sirviéndole de gran ayuda las conversaciones con sus profesores. El primer año le tiene que animar su amigo Hagrid:
-No te preocupes, Harry. Aprenderás muy rápido. Todos son principiantes cuando empiezan en Hogwarts. Vas a estar muy bien. Sencillamente sé tú mismo. Sé que es difícil. As estado lejos y eso siempre es duro. Pero vas a pasarlo muy bien en Hogwarts (Harry Potter y la piedra filosofal, p. 78)
Todos tenemos dificultades y todos necesitamos que nos animen; pero lo nuestro no es comparable con lo de Harry Potter. Lo único que podemos hacer es tomarnos la vida con deportividad y no darle tanta importancia a nuestras cosas. Al comenzar el tercer curso, Harry había superado muchas dificultades, se había enfrentado a muchos peligros y estaba preparado para nuevas aventuras; a las que no daba la menor importancia.
“Aunque Harry seguía siendo demasiado pequeño y esmirriado para su edad, había crecido varios centímetros durante el último año. Sin embargo, su cabello negro azabache seguía como siempre: sin dejarse peinar. No importaba lo que hiciera con él, el pelo no se sometía. Tras las gafas tenía unos ojos verdes brillantes, y sobre la frente, claramente visible entre el pelo, una cicatriz alargada en forma de rayo” (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p.11)

martes, 11 de marzo de 2014

Madurez en la vida ordinaria



Los valores que destacan en Harry Potter son apreciados por todos los que le tratan; por ejemplo el testimonio de Griphook, el duende que le atendió la primera vez que fue a Gringotts, cuando Harry le pide ayuda para entrar en el Banco, como es lógico el duende se niega y Harry tiene que darle razones convincentes:
“Pero yo no pretendo hacerme con ningún tesoro, ni intento coger nada para beneficiarme personalmente. ¿Me crees?
El duende lo miró de soslayo...
-Si existiera un mago del que pueda creer que no busca un beneficio personal -dijo Griphook al fin-, serías tu, Harry Potter” (Harry Potter y las reliquias de la muerte, p, 412)
Y también el comentario de Dobby, el elfo domestico de los Malfoy, que quiere salvarle la vida a toda costa:
-¡Harry Potter arriesga su propia vida por sus amigos! -gimió Dobby, en una especie de éxtasis de tristeza-. ¡Es tan noble, tan valiente...! (Harry Potter y la cámara secreta, p. 156)
Harry iba de asombro en asombro descubriendo la vida de los magos. Preguntaba en toda ocasión a cualquiera que le pudiera responder. Un día preguntó a Hagrid:
-Pero ¿qué hace un Ministerio de Magia?
-Bueno, su trabajo principal es impedir que los muggles sepan que todavía hay brujas y magos por todo el país.
-¿Por qué?
-¿Por qué? Vaya, Harry, todos querrían soluciones mágicas para sus problemas. No, mejor es que nos dejen tranquilos” (Harry Potter y la piedra filosofal, p. 61)
El deporte favorito de los magos era el quidditch. También a Harry tienen que explicarle como se juega, porque nunca había oído hablar de ese deporte:
 “En un equipo de quidditch había siete personas: tres cazadores, cuya función era marcar goles metiendo el quaffle (un balón como de fútbol, rojo) por uno de los aros que había en cada lado del campo, a una altura de quince metros; dos golpeadores equipados con fuertes bates para repeler las bludgers (dos pesadas pelotas negras que circulaban muy aprisa, zumbando de un lado para otro, intentando derribar a los jugadores); un guardián que defendía los postes sobre los que estaban los aros; y el buscador, que tenía el trabajo mas difícil de todos, atrapar la dorada snitch, una pelota pequeña con alas, del tamaño de una nuez, cuya captura daba por finalizado el juego y otorgaba ciento cincuenta puntos al equipo del buscador que la hubiera atrapado” (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p.122).

sábado, 8 de marzo de 2014

Jugarse la vida cada día



Para manifestar el cariño no bastan los regalos materiales, es necesario reconocer sus cualidades personales para que los demás puedan apreciarlas, y esto hace Dumbledore cuando Harry vuelve al colegio con el cuerpo de Cedric después de ganar el trofeo de los tres magos. “Harry Potter logró escapar de Voldemort. Arriesgó su vida para traer a Hogwarts el cuerpo de Cedric. Mostró, en todo punto, el tipo de valor que muy pocos magos han demostrado al encararse con lord Voldemort, y por eso quiero alzar la copa por él” (Harry Potter y el cáliz de fuego, p. 625)
La confianza en los demás no se consigue solo porque te caigan bien, muchas veces supone correr un auténtico riesgo. Cuando Harry se escapó por los pelos de morir en manos de Quien-vosotros-sabéis, el día que lo trasladaron de Privet Drive, poco antes de cumplir los 17 años, sospechaba que alguien se había ido de la lengua y había revelado el plan de fuga. Todos apuntaban a Hagrid y estaban dispuestos a castigar al culpable, pero Harry sale en su defensa:
“Si alguien ha cometido algún error y revelado algún detalle del plan, estoy convencido de que no fue su intención. No es culpa de nadie -aseguró con un tono mas fuerte del que habría empleado normalmente-. Tenemos que confiar los unos en los otros. Yo confío en todos vosotros y no creo que ninguno fuera capaz de venderme a Voldemort”
Todos le dieron la razón pero...
“Lupin miró a Harry con una extraña expresión de desdén, casi de lástima.
-¿Crees que estoy loco? -le preguntó Harry.
-No, lo que creo es que eres igual que James, que habría considerado que desconfiar de sus amigos era la peor deshonra” (Harry Potter y las reliquias de la muerte, p, 77)
Para asegurar la amistad de tus amigos es necesario manifestarles tu confianza, no tener secretos con ellos, creer en ellos; aunque alguno de tus amigos te traicione, como hizo Colagusano con los padres de Harry. Siempre ayuda recordar lo que han dicho los profesores para situaciones concretas.
En una ocasión Harry descubrió la espada de Griffindor en el fondo de una charca inmunda cubierta de una gruesa capa de hielo. Para rescatarla debía sumergirse totalmente en el agua helada, entonces recordó...
“...lo que distingue a un miembro de Gryffindor es su osadía, su temple y su caballerosidad” 
(Harry Potter y las reliquias de la muerte, p, 315). No dudó en quitarse la ropa y jugarse la vida para rescatar la espada y poder destruir el horrocrux.

lunes, 3 de marzo de 2014

Fortaleza en las pruebas



Harry fue mal tratado por sus tíos durante los años que vivió con ellos, pero no solo soportaba estoicamente los golpes, sino que fácilmente olvidaba sin resentimiento todas las afrentas. El día que dejaba para siempre Privet Drive, una vez que se marcharon los Dursley, intentando recuperar los ánimos de Hedwig, su lechuza blanca, le iba enseñando algunos detalles de la casa.
-Y aquí, Hedwig -prosiguió, abriendo la alacena que había debajo de la escalera-, es donde dormía antes. Tu no me conocías cuando... ¡Caray, que pequeña es! Ya no me acordaba” (Harry Potter y las reliquias de la muerte, p. 47).

Sus tíos le trataban duramente. Todas las amenazas se cumplían. Cualquier sospecha de infracción era castigada previamente y sin piedad; pero Harry se robustecía y aguantaba los golpes. En una ocasión las amenazas de tío Vernon llegaron al límite. “Te voy a encerrar… Nunca regresarás a ese colegio… Nunca… Y si utilizas la magia para escaparte, ¡te expulsarán!...

Tío Vernon fue tan duro con Harry como había prometido. A la mañana siguiente, mandó poner una reja en la ventana de su dormitorio e hizo una gatera en la puerta para pasarle tres veces al día una mísera cantidad de comida. Sólo lo dejaban salir por la mañana y por la noche para ir al baño. Aparte de eso permanecía encerrado en su habitación las veinticuatro horas del día”. (Harry Potter y la cámara secreta, p.26)

Aunque Harry solía escapar de todas las encerronas de sus tíos, siempre tenía que enfrentarse a la incomprensión más brutal. En la misma estación de King´s Cross al regresar terminado el tercer curso, Harry mencionó la carta de su padrino que sostenía en la mano; tío Vernon saltó como un felino furioso.

-¿Padrino? –farfulló tío Vernon-. Tú no tienes padrino.

-Sí lo tengo –dijo Harry de inmediato-. Era el mejor amigo de mis padres. Está condenado por asesinato, pero se ha escapado de la prisión de los brujos y ahora se halla escondido. Sin embargo, le gusta mantener el contacto conmigo… Estar al corriente de mis cosas… Comprobar que soy feliz… (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p. 359)

Pero en esta vida como en la de Harry Potter no todo van a ser dificultades, también hay gente que le quiere: la familia Weasley le recibe con los brazos abiertos desde el primer momento. Albus Dumbledore, en el testamento, le nombra su heredero y explica los motivos. “A Harry James Potter le lego la snitch que atrapó en su primer partido de quidditch en Hogwarts, como recordatorio de las recompensas que se obtienen mediante la perseverancia y la pericia” (Harry Potter y las reliquias de la muerte, p. 115). Son detalles que hacen feliz a cualquiera, aunque muchos no aprecian su valor porque desconocen el tesoro que esconden. Tampoco sabía Harry que la pequeña snitch escondía la Piedra de la Resurrección.

jueves, 27 de febrero de 2014

Aprender en las dificultades



Los diez años viviendo con sus tíos enseñaron a Harry Potter lo más importante que podemos aprender en la vida, que las dificultades nos hacen fuertes, que una cicatriz en la frente, lejos de ser una afrenta, puede ser la señal de haber vencido. Porque solo el que se esfuerza puede ser fuerte, mientras el que no se esfuerza, aunque se crea muy fuerte, nunca será nada. Y no hay que esperar grandes sucesos en nuestra vida para entonces ser fuertes, la fortaleza no se improvisa, hay que esforzarse todos los días un poco; para conseguir la fortaleza de Harry Potter, que en una ocasión pierde todos los huesos de un brazo y varias veces tiene que enfrentarse con la muerte, hay que pasar años luchando todos los días; porque es en la vida ordinaria, en el día a día, donde tenemos que esforzarnos si queremos ser fuertes y salir adelante.

“Aquella cicatriz era la mas extraordinaria de todas las características inusuales de Harry. No era, como le habían hecho creer los Dursley durante diez años, una huella del accidente que había acabado con la vida de los padres de Harry, porque Lily y James Potter no había muerto en un accidente de tráfico, sino asesinados. Asesinados por el mago tenebroso más temido de los últimos cien años: lord Voldemor. Harry había sobrevivido a aquel ataque sin otra secuela que la cicatriz de la frente cuando el hechizo de Voldemort, en vez de matarlo, había rebotado contra su agresor. Medio muerto, Voldemort había huido… (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p.11)

El día que cumplió 11 años, Harry se enteró que era un mago famoso. Sus tíos no le habían contado la verdad, le habían hecho creer que sus padres murieron en un accidente de coche y él se salvó de milagro, quedándole una cicatriz en la frente. Pero fue su amigo Hagrid quien le dijo la verdad cuando fue a recogerlo al islote, donde estaba secuestrado por sus tíos para impedir que fuera al colegio. Se lo explicó de manera sencilla para que Harry lo entendiera:

-¿Nunca te preguntaste cómo te hiciste esa marca en la frente? No es un corte común. Sucedió cuando una poderosa maldición diabólica te tocó. Fue la que terminó con tu madre, tu padre y la casa, pero no funcionó contigo, y por eso eres famoso, Harry” (Harry Potter y la piedra filosofal, p.53).

¿Qué hubiera pasado si Hagrid deja a Harry con Sirius Blank como se lo pidió éste, cuando lo sacaba de las ruinas de su casa? “Dame a Harry, Hagrid. Soy su padrino. Yo cuidaré de él...” (Harry Potter y el prisionero de Azkaban, p. 175). Habría cambiado la historia de su vida y Harry hubiera crecido como un mago, igual que Ron, o, por el contrario no lo hubiera podido proteger suficientemente de los amigos de Voldemort. Pero Dumbledore tenía todo previsto y había ordenado a Hagrid que llevara a Harry con sus tíos.

lunes, 24 de febrero de 2014

La familia de Harry Potter


A partir de entonces Harry tiene que vivir con sus tíos en Privet Drive, Little Whinging, Surrey, un barrio residencial de Londres, hasta que pudo incorporarse al Colegio Hogwarts de magia cumplidos los once años. Tío Vernon era director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. No era modelo de amabilidad, a pesar de las apariencias. Consintió que Harry viviera en su casa pero le obligó a ocupar la alacena en el hueco de la escalera. Tía Petunia, hermana de su madre, era delgada, rubia y tenía un cuello casi el doble de largo que lo habitual. No había podido estudiar en el Colegio Hogwarts por carecer de condiciones, pero entendía que Harry debía vivir con ella para salvar su vida. Su primo Dudley era como su padre, grueso, casi redondo, muy mimado y caprichoso. Disponía de dos habitaciones, una para él y otra para sus juguetes; varios años después Harry pudo recuperar ésta como dormitorio. En resumen: “Tío Vernon era corpulento, carecía de cuello y levaba un gran bigote negro; tía Petunia tenía cara de caballo y era huesuda; Dudley era rubio, sonrosado y gordo” (Harry Potter y la cámara secreta, p.11)

Consecuencia de tantos años viviendo bajo la escalera, sin poder jugar con otros niños, mal vestido -heredaba la ropa de su primo y de su tío-, sin recibir regalos por su cumpleaños o Navidad -mientras su primo llegó a recibir mas de 30 regalos de golpe-, hizo que Harry creciera poco y siempre muy pálido. La historia nos dice exactamente que “era pequeño y flacucho, con ojos de un verde brillante y un pelo negro azabache siempre alborotado. Llevaba gafas redondas y en la frente tenía una delgada cicatriz en forma de rayo” (Harry Potter y la cámara secreta, p. 11)

sábado, 22 de febrero de 2014

La vida de los magos

Hablar de la vida de los magos en el siglo XXI exige necesariamente conocer la vida de Harry Potter. Debemos dar gracias a la profesora Rowling que la describe magníficamente con todo detalle en sólo siete volúmenes. Yo me limitaré a comentar alguna idea y citar algún párrafo. Sería suficiente haber leído los siete libros publicados para tener una idea bastante exacta de la vida y entorno de los magos en nuestros días, pero no está demás repasar los hitos mas destacados de esta historia tomando pié de la vida de Harry Potter.

Todo el mundo sabe que Harry Potter nace el 31 de julio de 1980, probablemente en Godric's Hollow, donde sus padres tenían una casa, actualmente en ruinas. Su padre James Potter era mago y descendiente de magos y su madre Lily Evans era bruja y descendiente de muggles; por tanto Harry era mestizo. Cuando cumplió un año, su padrino, Sirius Blank, le regaló una escoba de juguete, con la que Harry hacía sus pinitos volando en el jardín de su casa, bajo la vigilancia por sus padres. A los ojos de todos era una familia feliz, admirada por muchos.

Poco más sabemos de la familia de Harry Potter. Su tía Petunia, hermana de su madre, solicitó ser admitida en el Colegio Hogwarts, aunque su petición fue rechazada por no reunir condiciones. Las dos hermanas eran vecinas de Severus Snape, futuro profesor del Colegio, y ya entonces muy enamorado de Lily, al que no hacía ni caso. De la familia de James Potter no sabemos casi nada, sus padres eran muy mayores cuando nació. Y sus amigos más íntimos eran compañeros del colegio: Sirius Blank, Remus John Lupin y Peter Pettigrew, que le traicionó. James se ganaba bien la vida y nadie podía imaginarse que tanta felicidad se vendría abajo en cuestión de minutos.

La envidia y el deseo de poder de un mago malísimo truncaron la felicidad de esta familia; y la noche del 31 de octubre de 1981, el Señor Tenebroso decidió matarlo. Sospechaba que Harry era el único mago que podía hacerle frente y acabar con su maldad; se basaba en una profecía hecha al poco tiempo de nacer Harry por la que sería su profesora de Adivinación del Colegio, la profesora Trelawney. El Señor Tenebroso conocía la profecía y no podía arriesgar que el niño se hiciera adulto y desarrollara sus poderes, tenía que acabar con Harry y todo el que se pusiera por delante; pero ocurrió un hecho milagroso y el Señor Tenebroso no pudo conseguir sus fines.


Copio un párrafo en el que la profesora Rowling nos cuenta esto mismo con gran detalle:
“A la edad de un año Harry había sobrevivido milagrosamente a la maldición del hechicero tenebroso más importante de todos los tiempos, lord Voldemort, cuyo nombre muchos magos y brujas aún temían pronunciar. Los padres de Harry habían muerto en el ataque de Voldemort, pero Harry se había librado, quedándole la cicatriz en forma de rayo. Por alguna razón desconocida, Voldemort había perdido sus poderes en el mismo instante en que había fracasado en su intento de matar a Harry” (Harry Potter y la cámara secreta, p. 11)
 

lunes, 17 de febrero de 2014

El descubrimiento



 Mi sorpresa fue mayúscula cuando ese año descubrí, también por casualidad, los tres primeros libros, en los que la profesora Rowling nos cuenta la historia de Harry Potter. Me quedé alucinado. Coincide todo perfectamente con lo que Harry me había contado. Es como si alguien escribe tu propia vida y da detalles que no recuerdas. Mas adelante pude leer los otros cuatro libros que completan la biografía de Harry en sus años de colegio. Reconozco que aunque yo hubiera intentado recabar todos los datos para hacer un guión y posterior película sobre la vida de Harry, jamás igualaría el magnífico trabajo de J.K.Rowling.
Seguro que no soy el único que se ha entusiasmado leyendo esta historia, también por la amistad que me une a Harry y su familia; pero soy de los pocos que han tomado nota de lo que cuenta y poder así escribir algún comentario, pues, a mi entender, puede ser útil a mas de uno. Tal es así que estoy dispuesto a participar mi entusiasmo con todos aquellos que quieran compartirlo.
Desconozco si la intención de J.K.Rowling al escribir la historia de Harry Potter era resaltar sus muchas virtudes para que sirva de modelo a las futuras generaciones o simplemente contraponer la maldad de algunos magos a la bondad de otros para que aprendamos a elegir nuestros amigos. Lo que sí ha conseguido es que millones de jóvenes en todo el mundo se aficionen a la lectura.
Nosotros los muggles tenemos que aprender muchas cosas de Hary Potter, y no precisamente magia. Evidentemente hay magos malísimos, incluso peores que los no magos, que pretenden apoderarse del mundo utilizando el poder de la magia; por un momento parece que lo pueden lograr, pero por mucho que lo intenten no lo conseguirán nunca, porque el mal nunca triunfa; en cambio el bien permanece y los que se deciden por el bien pueden llamarse vencedores. No podemos negar que la mayoría de los magos son buenos, que sobreviven peleando contra el mal; superando algunos defectos personales, que ponen en evidencia sus muchas virtudes. Por ejemplo: Dumbledore, los esposos  Weasley, James y Lily Potter, Minerva McGonagall y prácticamente todos los profesores de Hogwarts.
Harry Potter es un modelo para nosotros, es el Elegido, conoce sus poderes, y acepta con resignación, sin dar un paso atrás, todas las desgracias que le vienen: la muerte de sus padres, el mal trato en casa de sus tíos, los castigos injustos en el colegio, el desprecio de algunos compañeros, y finalmente, tener que dar su vida para salvar a los demás.
Algunos comentaristas han criticado la excesiva ligereza al tratar la maldad, el odio o la muerte; desaconsejando su lectura a menores de trece años. Como amigo de Harry Potter me siento en la obligación de salir en su defensa. No es cierto que la lectura de la historia de Harry Potter distorsione la mentalidad de los jóvenes menores de trece años, mas bien les ayuda a fortalecer su imaginación, a ser fuertes ante el dolor y no quejarse de las dificultades; y a los mayores les sirve también para vaciar su cabeza de pájaros y no creerse el rey del mundo porque tengan la vida resuelta y sin problemas.
Personalmente tengo que agradecer a J.K.Rowling su precisión al narrarnos los hechos de la vida de Harry Potter. Los diálogos, concisos, me recuerdan el estilo de su compatriota W. Shakespeare. Sirva de ejemplo el diálogo de los cuatro fugitivos de Voldemort, que están dando buena cuenta de unas truchas, pescadas junto a la cascada:
-Entonces, ¿tú te crees esa historia? -pregutó Dirk-. ¿Crees que Snape mató a  Dumbledore?
-Por supuesto -afirmó Ted-. No tendrás el valor de decirme que piensas que Potter tuvo algo que ver con eso, ¿verdad?
-Últimamente uno ya no sabe qué creer -masculló Dirk.
-Yo conozco  Harry Potter -terció Dean-. Y estoy seguro de que es autentico; de que es el Elegido, o como queráis llamarlo” (Harry Potter y las reliquias de la muerte, p. 256).

sábado, 15 de febrero de 2014

El encuentro




El día 18 de marzo del año 2000 conocí a una pareja de recién casados que disfrutaban de su luna de miel en Sevilla. La típica pareja de turistas que quieren conocer todo y preguntan por todo: donde está la Giralda, me preguntaron. Es la pregunta del millón, pues la mayoría de los turistas que pasan por Sevilla, y son muchos, preguntan por la Giralda. Nos hicimos amigos, les orienté a la Giralda y nos despedimos. El con cara de crío, el pelo revuelto, gafas redondas y muy elegante. Ella pelirroja, desenfadada y mucho mas madura, aparentemente. Me dijo llamarse Harry Potter, pero dada mi ignorancia literaria contemporánea no le hice mucho caso.
Al día siguiente, por casualidad, nos encontramos otra vez. No me preguntaron nada y como éramos amigos, estuvimos paseando y viendo cosas. Vimos el Parque de María Luisa, con más de tres mil especies de plantas tropicales traídas de América, perfectamente adaptadas en Sevilla; entre otras la secuoya más grande del mundo, donde salvaron la vida los Trece de la fama. Paseamos por la Plaza de España, en la que se han rodado muchas películas, como Laurence de Arabia, que, me dijeron, la habían visto. La Plaza del Caballo, llamada así por el monumental caballo que la preside, aunque debería llamarse la Plaza del Cid, porque es quien monta el caballo. La antigua fábrica de tabacos, actual Rectorado de la Universidad. El Palacio de San Telmo, actual sede de la Junta de Andalucía. La Torre del Oro, que les impresionó lo pequeña que es, porque si en ella se guardaba todo el oro que venía de América, no parece que pudiera venir mucho.
Tanto les gustó Sevilla que pensaban repetir el viaje para dentro de un año, por las mismas fechas, cuando el azahar está en su apogeo. Se les veía encantados y con ganas de quedarse mas tiempo; pero tenían que continuar su viaje pues pensaban legar a Egipto. Sin preguntarles nada –respetando su reserva- él me dijo que era mago. Yo entendí que hacía trucos con las cartas e incluso que se ganaba la vida de esa forma; pero no pregunté más detalles porque también me dijo que trabajaba en un ministerio, en el departamento de seguridad, tampoco le pedí más explicaciones. Les dejé mi dirección y nos despedimos hasta el año que viene. Yo sabía que los ingleses son muy reservados y no conviene preguntarles por su vida privada, pero esta pareja resultó excepcional.
Un año después recibí una carta en la que me comunicaban no poder venir porque Giny estaba indispuesta. Había tenido un aborto. A partir de entonces nuestra comunicación por escrito se hizo cada vez mas frecuente, casi mensual. Me contaron que Harry era hijo único, que sus padres murieron trágicamente cuando tenía un año y que se había criado con su tía Petunia. En cambio Ginnevra tenía una familia numerosa. Era la mas pequeña, hija única de siete hermanos. Se conocieron el día que Harry se incorporaba al colegio por primera vez, ella tenía diez años y él once. Harry estaba en la clase de su hermano Ron.
En sus múltiples cartas me contaron muchos detalles de su vida, sobretodo de los años en el colegio, llenos de aventuras increíbles. Si lo escriben pueden hacer una película, les dije.
Por mi parte, en mis cartas les conté las maravillas de la Semana Santa de Sevilla, la calidad artística de las imágenes y el arte de los hermanos cofrades, que organizan las procesiones. Por algo son miles los que vienen cada año sólo para verlas.
También les expliqué la Feria de Abril, que empezó como feria de ganado y ahora es la mayor empresa de Sevilla.
Me preguntaron por la Expo del 92 y tuve que reconocer que si bien vino mucha gente, yo no la había visto. No obstante todavía quedan restos como el “paquito”, un puente sobre la dársena que se parece al puente de San Francisco, de ahí el nombre.
Como las cosas se iban complicando, los viajes se iban posponiendo y las noticias sobresalientes brillaban por su ausencia, yo no sabía que mas cosas contarles; hasta que llegamos al año 2005. Este año fue excepcionalmente bueno en noticias, la primera que Ginny da a luz su primer hijo, James Sirius. Su hermano Ron se casa con Hermione Jean Granger, la empollona de su clase. Y no os lo vais a creer pero…



martes, 11 de febrero de 2014

Harry Potter y los Magos del siglo XXI



Hace catorce años conocí a Harry Potter. Hoy día todo el mundo lo conoce porque ha leído su historia, pero no conozco a nadie que sin ser mago pueda presumir de ser amigo suyo. En estos años se cuentan por millones los entusiastas de Harry Potter y también hay algunos detractores que no les gusta que un héroe manifieste algunos defectos. Yo exijo a mis amigos que sean virtuosos o al menos que se esfuercen por serlo, y puedo disculpar cualquier defecto si veo que luchan para eliminarlo.
Pido disculpas por tardar tanto en decidirme a escribir mis ideas, pero hasta esta mañana no se me ha presentado la ocasión, y eso porque un amigo me ha sugerido como hacerlo. Yo no soy escritor pero espero ir publicando línea a línea conforme vayan saliendo. Ideas tengo, solo falta encontrar un hilo conductor para enlazarlas.
Reconozco que es difícil escribir sobre Harry Potter, personaje de la literatura contemporánea, conocido por todos, popularizado por J.K.Rowling. Pero considero un deber de justicia compartir mis conocimientos, adquiridos de primera mano y sin mérito por mi parte, porque pueden ser muy útiles para las futuras generaciones.