Para manifestar el cariño no bastan los regalos materiales,
es necesario reconocer sus cualidades personales para que los demás puedan
apreciarlas, y esto hace Dumbledore cuando Harry vuelve al colegio con el
cuerpo de Cedric después de ganar el trofeo de los tres magos. “Harry Potter
logró escapar de Voldemort. Arriesgó su vida para traer a Hogwarts el cuerpo de
Cedric. Mostró, en todo punto, el tipo de valor que muy pocos magos han
demostrado al encararse con lord Voldemort, y por eso quiero alzar la copa por
él” (Harry Potter y el cáliz de fuego, p. 625)
La confianza en los demás no se consigue solo porque te
caigan bien, muchas veces supone correr un auténtico riesgo. Cuando Harry se
escapó por los pelos de morir en manos de Quien-vosotros-sabéis, el día que lo
trasladaron de Privet Drive, poco antes de cumplir los 17 años, sospechaba que
alguien se había ido de la lengua y había revelado el plan de fuga. Todos
apuntaban a Hagrid y estaban dispuestos a castigar al culpable, pero Harry sale
en su defensa:
“Si alguien ha cometido algún error y revelado algún detalle
del plan, estoy convencido de que no fue su intención. No es culpa de nadie
-aseguró con un tono mas fuerte del que habría empleado normalmente-. Tenemos
que confiar los unos en los otros. Yo confío en todos vosotros y no creo que
ninguno fuera capaz de venderme a Voldemort”
Todos le dieron la razón pero...
“Lupin miró a Harry con una extraña expresión de desdén,
casi de lástima.
-¿Crees que estoy loco? -le preguntó Harry.
-No, lo que creo es que eres igual que James, que habría
considerado que desconfiar de sus amigos era la peor deshonra” (Harry Potter y
las reliquias de la muerte, p, 77)
Para asegurar la amistad de tus amigos es necesario
manifestarles tu confianza, no tener secretos con ellos, creer en ellos; aunque
alguno de tus amigos te traicione, como hizo Colagusano con los padres de Harry.
Siempre ayuda recordar lo que han dicho los profesores para situaciones
concretas.
En una ocasión Harry descubrió la espada de Griffindor en el
fondo de una charca inmunda cubierta de una gruesa capa de hielo. Para
rescatarla debía sumergirse totalmente en el agua helada, entonces recordó...
“...lo que distingue a un miembro de Gryffindor es su
osadía, su temple y su caballerosidad”
(Harry Potter y las reliquias de la muerte, p, 315). No dudó
en quitarse la ropa y jugarse la vida para rescatar la espada y poder destruir
el horrocrux.
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